Nuestras estructuras neurológicas pueden soportar una determinada cantidad de información. Ahí está el gran almacén donde se guarda lo que sentimos, lo que deseamos etc. Pero en realidad son las intenciones de las personas las que deciden que cosas entran y cuales no. Los paquetes de información ordenan los sucesos acorde con las intenciones. Cuando deseamos algo nos centramos en una cosa y descartamos todo lo demás. Esto nos permite ser felices independientemente de las circunstancias exteriores o de tantos acontecimientos.
Podría deducirse que cuánto menos opciones tenemos, más fácil es ser feliz.
Si aprendemos a controlar lo que entra en nuestra conciencia podremos decidir nuestra felicidad. Pero la realidad es compleja y la conciencia finita.
Si piensas en tu vida ideal ¿con qué acontecimientos te quedas?, ¿te ves junto a tus compañeros de trabajo, en tu casa actual, con gente con la que no intimaste o en un lugar diferente al que vives, haciendo cosas diferentes, llevando otra vida…?
¿Actualmente eres capaz de fluir con lo que haces y sentirte feliz?
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