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26 de febrero de 2013

Lo que hay debajo de los kilos

Como profesional del cambio de hábitos para la salud, me encuentro cada día con personas que desean perder peso.

Perder peso es algo sencillo, ¿no crees? ... a no ser que, ese peso, tenga un significado para nosotros más allá de la comida y el placer que nos puede proporcionar.

Louis Hay en su libro “Usted puede sanar su vida, hace un análisis sutil de estos casos y llega a una curiosa conclusión.  El exceso de peso representa  “una necesidad de protección”. En muchos casos, la persona trata de protegerse de las heridas, agravios, críticas, abusos e insultos, de la sexualidad y de un miedo general a la vida.

Louis explica que ella no tiene tendencia a engordar, pero cuando se siente insegura e incómoda suele experimentar un aumento de 2 o 3 kilos. Cuando la amenaza desaparece, el exceso  de peso también se va.

Su conclusión es que luchar contra la obesidad es perder tiempo y energía. Las dietas no funcionan porque cuando se las interrumpe el peso, vuelve a aumentar.

Demasiados padres piensan que cualquier problema que tengan sus hijos se soluciona atiborrándoles de comida. Los niños, cuando crecen, cada vez que tienen un problema también se quedan hipnotizados frente al frigorífico diciéndose “no se muy bien que es lo que quiero”.

Amarse y aprobarse, depositar seguridad interna conociendo el poder de nuestra mente, el renacer a nuestro cuerpo, son elementos básicos de la mejor dieta que conozco.

¿Quieres quedarte hoy con esta reflexión?. 
Si es el caso, puedes observar si te refugias de algún modo detrás de esos kilos de más y que necesitarías poner de más en tu vida.

Comparte conmigo cualquier inquietud! o apuntarte al próximo taller de un día de trabajo intensivo para liberar de una vez tu peso: VIVEMASPESAMENOS 

Creciendo en salud!

25 de febrero de 2013

7 consejos para hacer ejercicio y mantenerte motivado

¿Alguna vez te has propuesto hacer ejercicio, comenzar a ir al gimnasio, etc. y has terminado abandonando?

Yo, puedo decir que he pasado varias veces por esa experiencia y las excusas crecían a mi alrededor como setas, cada vez que tomaba  la decisión o comenzaba a fallar. “No tengo tiempo, me tengo que ocupar de mi hija, tengo mucho trabajo, es tirar el dinero, etc.”. Lo cierto es que todas estas razones escondían una falta de motivación.

Siempre he tenido la necesidad de poner un poco de movimiento en esta vida tan sedentaria que llevamos. Cuando hago ejercicio me siento más vital, tengo mas energía, y mas ganas de trabajar, pero, el aprendizaje de haber fallado tantas veces era encontrar la manera para no perder la motivación a la primera de cambio.

Los resultados del ejercicio no son inmediatos y comenzar a entrenar, si se ha perdido la costumbre durante tiempo, puede ser muy difícil. Aunque, como se suele escuchar, “siempre que tienes un porque encontrarás un como…”

Estos tips que escribí en un blog de salud, te pueden facilitar la manera de encontrar esa motivación:



1.      Ponte una meta
Comienza con objetivos sencillos para acercarte progresivamente a otros más grandes. Recuerda ponerte metas realistas y alcanzables. Es fácil sentirse frustrado y darse por vencido si tus metas son muy ambiciosas. Por ejemplo, si llevas tiempo sin hacer ejercicio, un objetivo a corto plazo puede ser caminar cinco minutos una vez o dos veces al día. Una meta intermedia podría ser la de caminar 20 minutos tres o cuatro veces a la semana. Un objetivo a largo plazo podría ser la de realizar una caminata de 5 km.

2. Hazlo divertido
Hacer deporte y ejercitarse no está reñido con divertirse. Si no estás disfrutando del ejercicio que haces, prueba algo diferente. Prueba una clase de baile, echa un vistazo a las artes marciales, etc. Descubre tu talento atlético oculto. Recuerda que el ejercicio no tiene que hacerte sufrir, sino abandonarás a la mínima dificultad.

3. Haz que tu ejercicio físico forme parte de tu rutina
Si te resulta difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio, encontrarás muchas excusas para no hacerlo. Para ello, ponlo en tu agenda como cualquier otra cosa importante del día. También puedes ser más creativo para ejercitarte en tu día a día. Da un paseo para recoger a tu hijo de sus clases, utiliza las escaleras en vez del ascensor en el trabajo, compra una bici estática o haz ejercicios de fuerza con pesas mientras ves la televisión.

4. Escríbelo
¿Quieres bajar de peso, aumentar tu energía, dormir mejor?: escríbelo en un papel. El ver los beneficios del ejercicio regular  escritos, te harán sentirte más motivado. También te puede ayudar el tener un diario de ejercicios e ir apuntando semanalmente. Registra que ejercicio has hecho hoy, el tiempo que estuviste y cómo te sentiste después.

5. Forma grupo con vecinos, familiares o amigos
Invita a tus amigos o compañeros de trabajo a hacer ejercicio contigo. También puedes animar a tu pareja. Puedes ir a jugar al fútbol con tus hijos, y también organizar una salida con los amigos para caminar por el campo los domingos.

6. Recompénsate
Después de cada sesión de ejercicio, date unos minutos para disfrutar de los buenos sentimientos que te da. Este tipo de recompensa interna te puede ayudar a reforzar tu compromiso a largo plazo con el ejercicio regular. Cuando alcances un objetivo mayor, una nueva meta deportiva, regálate un par de zapatillas para caminar o unos cascos nuevos para disfrutar de nueva música mientras haces ejercicio.

7. Se flexible
Si estás demasiado ocupado como para hacer ejercicio o simplemente no te apetece, date unos días de descanso. Lo importante es volver a moverte, tan pronto como te sea posible.
Ahora que vuelves a tener entusiasmo para ejercitarte, comienza a establecer tus metas y hazlas divertidas.  Ah, y no olvides darte unas cuantas palmaditas en la espalda de vez en cuando!!.

¡¡Revisa  estos consejos cada vez que te sientas desmotivad@!!.

21 de febrero de 2013

Como romper con un mal hábito en 3 pasos!

Tanto si quieres dejar de comer mal, morderte las uñas, estar tirado y no hacer ejercicio…etc, etc, hoy, te quiero ofrecer un sencillo proceso de 3 pasos que puede ayudarte a superar esos u otros hábitos indeseables para mejorar tu salud y disfrutar mas de tu vida.
Pero, antes de entrar a contar 3 pasos, echemos un vistazo a la manera tradicional que se tiene para romper  un mal hábito.

Digamos que quieres dejar de beber café después de las 4 pm porque sabes que la cafeína te altera el sueño y luego tardas un montón en dormir por la noche.

¿Qué hace la mayoría de la gente?

Pues bien, suelen tener una charla interna del tipo: "de hoy en adelante, no hay más café después de  4pm" . pero... ¿Qué suele suceder después? Los primeros días son fáciles y parece que todo indica que vas por buen camino, pero por lo general al final de la semana el impulso de tomar un café después de la 16:00 se vuelve cada vez más fuerte. Algunas personas pueden incluso permanecer absteniéndose hasta dos semanas, pero la mayoría de la gente simplemente cede a su autoindulgencia y no es capaz de mantener su decisión.

¿Te suena familiar? 

No te preocupes, normalmente todo el mundo tiene dificultades para aceptar las sugerencias saludables que nuestro cuerpo nos pide, y es que además hay que contar con otro aliado fundamental...nuestra Mente.!


Para ello, prueba a seguir estos 3 pasos que consisten en hacerse las siguientes "preguntas clave" acerca del mal hábito que te mantiene preso:


¿Te has preguntado que es un mal hábito? 
Es ese algo que no deseas hacer y sin embargo, continuas haciendo”,  pero esto no es completamente cierto. Y la razón por la cual ese mal hábito es difícil de romper es porque está proporcionándote algo positivo que buscas y deseas. Por tanto, la primera clave para desmontar el hábito sería preguntarte:

1. ¿Qué beneficio obtienes al realizar este hábito nocivo? Encuentra el beneficio que te da el mal hábito y defínelo claramente. Por ejemplo, “aunque fumar es un mal hábito que deseo cambiar, me ayuda a relajarme y por eso continúo fumando”. 

Y aquí viene la segunda pregunta:

2. ¿Qué otra cosa podrías hacer que te diese el mismo beneficio?
Una vez que identifiques los beneficios que recibes de ese mal hábito, la forma de romperlo es encontrar otras maneras de obtener el mismo beneficio. Así que si seguimos con el ejemplo de fumar, el objetivo es encontrar otras maneras de relajarse en vez de fumar. Las alternativas pueden ser parar para meditar diez minutos, estirarme, hacer una pequeña caminata, etc.

3. ¿A qué cosa te resultará más sencillo comprometerte?
La última cosa que deseamos conseguir es la de sustituir un mal hábito por otro. Por ello, asegúrate siempre de que la alternativa al hábito que elijas no tendrá una repercusión negativa en tu vida. Si la alternativa a fumar es tomar pastillas relajantes (tipo valium, bebidas alcoholicas, etc.)  deberías elegir otra cosa.
La otra vertiente  de esta pregunta es para asegurarnos que la alternativa al mal hábito es algo a lo que puedes comprometerte (algo sostenible). Si sabes que no te gusta meditar y no lo vas a hacer con regularidad, encuentra cosa que te pueda dar el mismo beneficio. Quizá sea beber un te helado y respirar profundamente al tiempo que escribes tu ”mantra” e interiorizas tu nuevo hábito saludable ( p. ej: “Renuncio a la necesidad de fumar para estar en calma”, etc.)

Resumiendo, los 3 pasos del proceso serían:
1. Buscar el beneficio que te da el mal hábito
2. Buscar alternativas que te proporcionen el mismo beneficio
3. Escoger aquella alternativa  a la que te vas a comprometer con más seguridad.

¿Tienes dificultades para dejar un mal hábito? ¿se te ocurre alguna idea con la que podrías dar hoy ese primer paso para comenzar a dejarlo? 

Cuéntanos y...buena suerte!!

14 de febrero de 2013

¿Qué nos hace envejecer?

El paso del tiempo no perdona. Si ya has cumplido los cuarenta, es normal que te despiertes alguna mañana preguntándote si ese surco que marca tu cara es una arruga o una señal del sueño, o si ese nuevo pelo blanco que asoma en tu cabeza ya estaba ahí el día anterior. 

No te preocupes. 
Hacerse mayor es bueno, ¡¡significa que estás vivo!! pero el cuerpo va dando señales de que el tiempo pasa y debemos atenderlo adecuadamente. 

No quiero centrarme solo en estadísticas pero, al contrario de lo que se piensa, la genética no es la única responsable de los signos de envejecimiento. De hecho, hay estudios que aseguran que solo contribuye en un 25 % en el deterioro del cuerpo, mientras que son los factores externos los que influyen en el 75% restante. Carmen Navarro referente en el mundo de la estética, comenta esto en su libro “Belleza Inteligente”, y dice que nuestro mayor deterioro es prematuro, no biológico.

 Y ¿Cuáles son esos factores externos que aceleran el envejecimiento? 

El exceso de sol, el tabaco (de hecho mujeres fumadoras tienen un riesgo 3 veces mayor de presentar arrugas que las que no fuman), el alcohol (y otras sustancias de abuso), el estrés, la comida basura y la mala alimentación, son responsables de que nuestra piel y nuestros órganos vayan oxidándose prematuramente y dañen nuestras estructuras corporales a un ritmo acelerado. 

 ¿Qué daños producen? 

 La falta de hidratación, una vida sedentaria, etc. van actuando sobre el rostro y la piel que, en lugar de mostrar frescura y vitalidad, se torna lánguida, apagada y sin luminosidad debido a esos factores externos y rutinas destructivas. 

Unos buenos hábitos de salud, los suplementos y nutrientes adecuados en cada caso, las cremas antioxidantes y antiarrugas, el ejercicio y una buena gestión de la afectividad en cada área de nuestra vida, son el mejor seguro para ayudar a mantener un cuerpo y sobre todo, un rostro cuidado, que se muestre acorde a tu verdadera salud.

 ¿Qué haces cada día para cuidar tu rostro? ¿Qué malos hábitos te roban la energía, la juventud y la salud?

12 de febrero de 2013

Beneficios de una actitud positiva para tu Salud!

Mantenerse activo y con energía no es algo que se genere espontáneamente. Las circunstancias externas de cada uno, el lugar donde vive, las personas que le rodean, etc. influyen en su actitud, y por eso es importante que sepamos que se puede aprender a elegirla.

Como Coach de Salud trabajo con personas que desean instalar hábitos saludables en su vida. Mucha gente se sorprende cuando lo que les pido no es comenzar a revisar sus rutinas de comidas, su cocina, o su estilo de vida, sino que me interesa primero saber como piensan sobre si mismos y que actitud toman ante la vida, sus problemas, etc.

Los buenos hábitos, que generan más salud, no se refieren únicamente a la alimentación, el ocio saludable, el ejercicio, etc., sino que muchas veces están en función de saber programar nuestro día desde una actitud positiva.

Por ello, hoy te quiero dar unas pistas que me ayudan mucho cuando quiero cambiar mi actitud para poder llevar a cabo mi rutina saludable.

- Respira: Si las cosas no fueron bien el día anterior o no estás muy satisfecho con tus resultados, prueba a parar 5 minutos y conectar con tu respiración. Al respirar profundamente y sentir como oxigenas tu cuerpo, ayudarás a ir centrando tu mente...¿Estás frustrado, piensas que no puedes con una situación? Como quiera que te encuentres ¿puedes aceptarte tal y como te sientes en este momento?

- Vive el presente: Cuesta mucho saber dar prioridad a los asuntos que surgen en el día y vivir sin estrés a fallar. Si además, eres de los que previenes todo lo malo que te puede llegar a pasar o te atormentas por lo que podrías haber hecho y no hiciste, lo único que consigues es alimentar tu ansiedad.

El exceso de preocupación bloquea la posibilidad de vivir y avanzar en el presente.Piensa como la persona que es creativa puede vivir experiencias con sus cinco sentidos. Permítete estar en “tu mundo” hagas lo que hagas, sin dejar de lado tus compromisos y sueños.

- Lo perfecto es enemigo de lo bueno: La obsesión por la perfección solo conduce a sufrir y posponer muchos asuntos importantes en nuestra vida. Las cosas tienen su magia cuando se comienzan y además se terminan, no importa los detalles o mejoras que puedas llegar a detectar.

- Arréglate: Comenzar el día viéndote bien es una manera de inyectarte energía positiva y salir del pesimismo. Cuando comencé a trabajar desde casa no solía arreglarme por las mañanas y esto hacía que me sintiese más decaída y pasota. Es importante que la mente sepa que estas en una actitud específica y la ropa, el perfume, etc ayudan a ponerte en actitud. Un consejo: cambia de imagen o ponte cosas que sueles evitar solo para experimentar si eso ayuda a tu actitud.

- No te compares
Si quieres tener una actitud positiva acéptate tal y como eres ahora. Tratar de cambiar o mejorar las cosas que te molestan de ti mismo es muy bueno, pero cada persona es única y querer parecerse a otro solo traerá frustración y negativismo a tu vida.
Si piensas que tienes que ser ideal o caer bien a todos, te obsesionarás y enfadaras frecuentemente contigo mismo. Comienza a observar tus necesidades y cubrirlas, tu autoestima y salud mental te lo agradecerán. 

Seguro que tienes muchas otras ideas para ponerte las pilas cada mañana y ser mas positivo. Si es así, no dudes en compartirlas con nosotros!



11 de febrero de 2013

¿Qué enfermedades puede originar una mala alimentación?

La alimentación es el primer pilar en la senda de la salud. La vida actual nos está llevando a alimentarnos de una manera rápida y desequilibrada y como consecuencia de ello, vivimos en una sociedad con graves carencias nutricionales y obesidad.

Nadie pone en duda a estas alturas que la  manera en que nos alimentamos determina en gran medida nuestra salud e incluso nuestros sentimientos.

Cada vez existe un porcentaje mas elevado de personas que están descontentos con su forma física y que viven en conflicto entre como están y como les gustaría estar, pero lamentablemente, esto no concuerda con sus hábitos diarios.


La mala alimentación puede desencadenar avisos en forma de síntomas que encienden la alarma en nuestro cuerpo para que tomemos conciencia de las graves consecuencias que podemos sufrir:

Consecuencias como:

- Colesterol: Se debe a la presencia de niveles altos de colesterol en la sangre que pueden causar problemas sobre todo a nivel circulatorio y cardíaco.

- Ácido úrico: Se debe a un aumento de los niveles de esta sustancia en la sangre y que puede producir enfermedades como la gota, etc.

- Hipertensión: Se debe a que la sangre viaja por las arterias a una presión mayor de la que debería  y que puede causar infartos, derrames cerebrales, etc.

- Anemia: Se debe a un déficit de algún nutriente esencial para la salud como por ejemplo el hierro aunque puede tener otros causantes. Es la disminución de concentración de hemoglobina en la sangre. La anemia origina debilidad y alteraciones del sueño, cardíacas, etc.

- Cálculos renales: Son agrupaciones minerales que pueden estar presentes en la pelvis, el riñón o los uréteres. Los más comunes son las piedrecitas que se forman por las acumulaciones de calcio

- Diabetes: Dificultad para procesar los azúcares por parte del organismo. Puede deberse a que el páncreas no produce bien o suficiente insulina; o porque las células del cuerpo no responden a la insulina que produce el páncreas.

- Depresión: Diversos estudios recientes aseguran que tomar grasas trans y saturadas aumenta el riesgo de padecer depresión y alterando el equilibrio de los neurotransmisores en el cerebro.

Todas estas y otras enfermedades se relacionan directamente con nuestra dieta. 

¿Te has dado cuenta de que fácil sería prevenirlas si consiguieses nutrirte adecuadamente cada vez que comes? Es algo que está bajo tu control.

Cada vez que vayas a comer presta atención a si ese alimento te da o te quita energía y como te vas a sentir después de comerlo. 

¡Tu salud te lo agradecerá.!


*adaptacion listado de enfermedades: Nutrición-pro

4 de febrero de 2013

Perder peso durmiendo, ¿es posible?


No sólo es posible, sino que está demostrado científicamente que dormir menos  de 6 horas impacta severamente en nuestro organismo, y de manera especial en los procesos que regulan el control del peso, haciendo que nuestros esfuerzos para controlar o perder peso se desvanezcan.

Según un estudio de la doctora Julie D. Shlisky  y otros investigadores de la Universidad de Pennsylavania State, publicado en la Revista de la Academia Americana de Nutricion y Dietetica (Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics) existe una relación inversa entre horas de sueño y obesidad. A más horas de sueño, menos obesidad.
La doctora y su equipo señalan, a través del análisis de la literatura científica, que tener un sueño reducido (menor de 6 horas) podría incrementar la producción de grelina (también llamada hormona del apetito) y reducir la producción de leptina (que regula la saciedad) influenciando los procesos de consumo y gasto energético, que impactan de manera importante en el control del peso.
Asimismo, este desequilibrio hormonal influye en el tipo de alimento que seleccionamos, incluso en procesos de dieta.
Básicamente, lo que el estudio viene a decir es que durmiendo poco (menos de 6 horas) lo más normal desde un punto de vista fisiológico es despertarse con hambre y con sensación de vacío, independientemente de lo comido y esta sensación de hambre y vacío hace que nos sobrealimentemos sin necesidad, con alimentos poco sanos.

Viéndolo desde el lado contrario, cuando dormimos las horas que tenemos que dormir, nos levantamos sin necesidad de comer de más y con una sensación de saciedad.

Por lo tanto, podemos afirmar a la luz de estos datos que dormir adecuadamente (en calidad y cantidad) nos permite controlar mucho mejor nuestro peso, manteniéndolo o perdiéndolo si es nuestro propósito. 

Por ello, es importante garantizar la calidad y cantidad del sueño. Algunas estrategias que nos pueden ayudar a ello son las siguientes:
  1. Evitar el ejercicio exigente, pues disminuye la capacidad de caer dormido; sin embargo, la meditación o ejercicio como el yoga puede ayudar a relajarnos.
  2. Comer moderadamente, evitando cenas copiosas con digestión pesada. 
  3. No consumir cafeína o alcohol; es obvio que los estimulantes como el café, té o bebidas con cafeína no deben ser tomadas entre 4-6 horas antes de dormir. El consumo de alcohol, que tiene un cierto efecto adormilante a corto plazo, puede despertarte a media noche.
  4. Apagar la televisión, ordenador o móvil, evitando distracciones que nos impidan conciliar el sueño.
  5. Leer un libro, pues se ha descubierto que unos minutos de lectura antes de dormir ayudan a enlentecer las ondas cerebrales, haciendo que caer redondo sea más fácil.
  6. Escuchar música relajante, que ayuda a calmar nuestros pensamientos, desestresarnos y cerrar el día de manera armoniosa.


¿Duermes lo que deberías?
¿Cúales son tus estrategias para dormir mejor?, ¿te animas a compartirlas con nosotros?

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