¿Alguna vez te has propuesto hacer ejercicio, comenzar a ir
al gimnasio, etc. y has terminado abandonando?
Yo, puedo decir que he pasado varias veces por esa
experiencia y las excusas crecían a mi alrededor como setas, cada vez que
tomaba la decisión o comenzaba a fallar.
“No tengo tiempo, me tengo que ocupar de mi hija, tengo mucho trabajo, es tirar
el dinero, etc.”. Lo cierto es que todas estas razones escondían una falta de motivación.
Siempre he tenido la necesidad de poner un poco de
movimiento en esta vida tan sedentaria que llevamos. Cuando hago
ejercicio me siento más vital, tengo mas energía, y mas ganas de trabajar, pero,
el aprendizaje de haber fallado tantas veces era encontrar la manera para no
perder la motivación a la primera de cambio.
Los resultados del ejercicio no son inmediatos y comenzar a
entrenar, si se ha perdido la costumbre durante tiempo, puede ser muy difícil. Aunque, como se suele escuchar, “siempre que tienes un porque encontrarás un como…”
Estos tips que escribí en un blog de salud, te
pueden facilitar la manera de encontrar esa motivación:
1.
Ponte una
meta
Comienza con objetivos sencillos para acercarte
progresivamente a otros más grandes. Recuerda ponerte metas realistas y
alcanzables. Es fácil sentirse frustrado y darse por vencido si tus metas son
muy ambiciosas. Por ejemplo, si llevas tiempo sin hacer ejercicio, un objetivo
a corto plazo puede ser caminar cinco minutos una vez o dos veces al día. Una
meta intermedia podría ser la de caminar 20 minutos tres o cuatro veces a la
semana. Un objetivo a largo plazo podría ser la de realizar una caminata de 5
km.
2. Hazlo divertido
Hacer deporte y ejercitarse no está reñido con divertirse.
Si no estás disfrutando del ejercicio que haces, prueba algo diferente. Prueba
una clase de baile, echa un vistazo a las artes marciales, etc. Descubre tu
talento atlético oculto. Recuerda que el ejercicio no tiene que hacerte sufrir,
sino abandonarás a la mínima dificultad.
3. Haz que tu
ejercicio físico forme parte de tu rutina
Si te resulta difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio,
encontrarás muchas excusas para no hacerlo. Para ello, ponlo en tu agenda como
cualquier otra cosa importante del día. También puedes ser más creativo para
ejercitarte en tu día a día. Da un paseo para recoger a tu hijo de sus clases,
utiliza las escaleras en vez del ascensor en el trabajo, compra una bici
estática o haz ejercicios de fuerza con pesas mientras ves la televisión.
4. Escríbelo
¿Quieres bajar de peso, aumentar tu energía, dormir mejor?:
escríbelo en un papel. El ver los beneficios del ejercicio regular escritos, te harán sentirte más motivado.
También te puede ayudar el tener un diario de ejercicios e ir apuntando
semanalmente. Registra que ejercicio has hecho hoy, el tiempo que estuviste y
cómo te sentiste después.
5. Forma grupo con
vecinos, familiares o amigos
Invita a tus amigos o compañeros de trabajo a hacer
ejercicio contigo. También puedes animar a tu pareja. Puedes ir a jugar al
fútbol con tus hijos, y también organizar una salida con los amigos para
caminar por el campo los domingos.
6. Recompénsate
Después de cada sesión de ejercicio, date unos minutos para
disfrutar de los buenos sentimientos que te da. Este tipo de recompensa interna
te puede ayudar a reforzar tu compromiso a largo plazo con el ejercicio
regular. Cuando alcances un objetivo mayor, una nueva meta deportiva, regálate
un par de zapatillas para caminar o unos cascos nuevos para disfrutar de nueva
música mientras haces ejercicio.
7. Se flexible
Si estás demasiado ocupado como para hacer ejercicio o
simplemente no te apetece, date unos días de descanso. Lo importante es volver
a moverte, tan pronto como te sea posible.
Ahora que vuelves a tener entusiasmo para ejercitarte,
comienza a establecer tus metas y hazlas divertidas. Ah, y no olvides darte unas cuantas
palmaditas en la espalda de vez en cuando!!.
¡¡Revisa estos
consejos cada vez que te sientas desmotivad@!!.
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