Las redes sociales están suponiendo una revolución en
nuestra vida. Hemos ganado muchas cosas, entre otras la inmediatez de la información, el entretenimiento, la capacidad de comunicarnos con alguien en cualquier
punto del globo terrestre … pero
¿No os parece que, en muchas ocasiones, en lugar de darnos más
libertad nos han atrapado?
Solo con observar gente de mi grupo de amigos, noto que el
uso de las redes ha ocasionado aislamiento y otras consecuencias nefastas en algunos de ellos. Fruto
de la dispersión, desconexión y la ansiedad por estar comunicado con su "otro mundo virtual", muchos de ellos siempre parecen nerviosos y ausentes, y generan desilusión y mal ambiente en el entorno.
El uso o mal uso de estos dispositivos está generando, sobre
todo en los niños, una necesidad extraordinaria de urgencia por tenerlo todo rápido,
fácil y para ya!, con lo que luego, les es muy difícil tolerar la inevitable frustración.
Además, en algún caso ha provocado un gran aislamiento social,
cuando el espíritu de las redes es fomentar el acercamiento a los demás,
incluso la creación de nuevos amigos, pero en ningún caso sustituir los de la
vida real.
Yo misma me he asustado de la capacidad adictiva de estos
artilugios tan seductores. móviles, iPad, smartphones, etc. y he llegado a
pensar que podía sufrir adicción.
Y ¿Cómo podemos
saber si estamos enganchados al 2.0 ? Quiza te sirva revisar estos signos:
- Siento ansiedad o nerviosismo cuando no tengo, o preveo
que no voy a tener acceso a Internet, o wifi, 3G, en algún lugar.
-
Saco el móvil continuamente para ver la hora, revisar Factbook,
Twitter, etc. además,… en muchos casos
ni siquiera se para que lo había sacado.
-
No puedo evitar revisar los avisos, notas o mensajes de
actividad en mi cuenta, mis correos electrónicos, etc.
-
Duermo cerca de mi smart phone, y cada vez que me
despierto lo consulto, leo noticias, cualquier página y siento que no descanso
bien.
Estas conductas serían signos de cierta dependencia a las redes
sociales o Internet.
En cualquier caso las redes suponen un avance tremendo para nuestra sociedad, pero como todo en la vida su excesivo uso puede ser muy perjudicial oacsionando trastornos psicológicos y físicos. Por ello, no nos
podemos dejar esclavizar por los avances o caer en la adicción tecnológica, sobre todo si es a costa de
perder la capacidad de experimentar y estar presentes en momentos importantes de nuestra vida.
Para finalizar, os dejo esta frase de mi admirada Virginia Satir como reflexión para una comunicación saludable:
"El mejor regalo que puedo
recibir de alguien es el ser vista por él, escuchada por él. El mejor regalo
que puedo dar es el ver, escuchar, comprender, y tocar a otra persona. Cuanto
esto se ha hecho siento que el contacto se ha realizado."
2 comentarios:
pues yo creo que la adiccion a las redes sociales puede ser nociva a la salud y a la inseguridad que hoy en dia vivimos, a la salud porque la vista se atrofia, hoy en dia nos hemos vuelto indiscretos en nuestra vida privada decimos donde estamos a cada momento de nuestras vidas que hacemos, cuanto tenemos, cuanto ganamos y donde vivimos cuantos integrantes de la familia somos, sin dejar atras que nuestra necesidad de tener cada vez mas "amigos" nos hace dar datos a personas que pueden lucrar incluso con nuestra integridad fisica, ojala y todas las personas que visitamos estas redes tuvieramos mas informacion para entrar a ellas con la responsabilidad debida.
Me parece fantástico este artículo y estoy completamente de acuerdo. Yo mismo debido a circumstancias sentimentales he atravesado una época de enganche intenso a las redes sociales, especialmente a twitter y whatsapp. Me notaba nervioso y con la necesidad de acceder a todas horas para ver si alguien había comentado, respondido o dirigido algún mensaje. Ahora estoy tomando más conciencia de ello y he empezado a desconectarme de la adicción de forma consciente. Para empezar decidí desconectar todos los avisos, sonidos, correos, etc...
Seguídamente me he autoimpuesto una disciplina horaria para no acceder a las redes en franjas horarias determinadas. También estoy adquiriendo el hábito de abandonar el móvil en casa cuando por ejemplo me voy al gimnasio, o en el trabajo mientras hago un café con los compañeros. Cuando duermo dejo el móvil en el comedor, que está en el lado opuesto a mi dormitorio. Estoy viendo a mucha gente que está enganchada y creo que va a ser la gran adicción del Siglo XXI.
Un abrazo.
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