¿Te has parado a pensar alguna vez en que manera te hablas a ti mismo?
“Quiero adelgazar pero no puedo”
“Quiero dejar de gritar a mis hijos, pero no me dejan”
“Si bebiese menos”
“Lo siento pero soy así”
“Me gustaría hacer mas ejercicio pero no puedo”…
“Quiero dejar de gritar a mis hijos, pero no me dejan”
“Si bebiese menos”
“Lo siento pero soy así”
“Me gustaría hacer mas ejercicio pero no puedo”…
Nos encanta utilizar este tipo de expresiones.
Esa forma de hablar en cierto
modo nos libera de responsabilidades sobre nuestras acciones. El caso es que siempre
tiene la culpa algo o alguien y, mientras
tanto, permanecemos en nuestros malos hábitos, esas cosas que deseamos
seguir haciendo aunque no dejemos de quejarnos insistentemente.
¿Cómo crees que
influye tu lenguaje a la hora de cambiar?
La forma en que nos hablamos influye directamente en los resultados que obtenemos en la vida.
Ernest
Breier profundiza en este tema en su libro "Como controlamos a otros..y como nos controlan" ( "How we control others, how they control us”). Explica como es frecuente tomar el control sobre los demás escogiendo
comportamientos que sabemos darán lugar a la respuesta esperada en el otro, y quizá, lo hacemos de manera inconsciente.
No voy a entrar en si esta forma de actuar puede considerarse manipulación o influencia positiva. Pero así como ejercemos ese comportamiento con los demás, podemos
hacerlo con uno mismo en lugar de pensar que “no podemos”.
Un fumador que dice “odio el tabaco pero no puedo dejar de
fumar”, puede que, en realidad, no odie el
tabaco sino aparentar eso ante los demás. Según Breier la persona está haciendo exactamente lo que desea, “hablar de
dejar de fumar, mientras fuma”. Es característico del ser humano,
exaltar las virtudes sociales en público e ir tras los propios objetivos en privado. Esos deseos incontrolables pueden ser tan horribles para uno mismo que es mejor no compartirlos en público,
ni reconocerlos en uno mismo.
Otra forma de engañarse según Breier es aquella en la que se escucha decir “no quiero ser impaciente pero …”. Esta expresión por si misma oculta que en realidad sí se está impaciente. Es como uno se siente pero no quiere aparentarlo.
Si quieres ser fumador, bebedor, perezoso, no estar en
forma, dar argumentos sin fin... no pasa nada, pero deja de mentirte a ti mismo.
No digas “lo siento pero soy así”, no pidas perdón por ser exactamente como
deseas ser.
De esta misma manera, si deseas cambiar aduéñate de esas palabras. Como se suele decir “menos hablar y mas actuar”, menos argumento y mas comportamiento.
Dicen que la mejor manera de
medir lo que uno quiere es fijarse en lo que ya tiene.
¿Qué opinas? ¿Tomas consciencia de lo que te dices para cambiar? ¿Qué palabras pueden apoyarte en el cambio que deseas alcanzar? Espero tu feedback! ;)
Ref art: Book Reviews http://psychologyofwellbeing.com Mc Carthy 26,2, 20013
1 comentarios:
Siempre podemos cambiar. Si queremos hacerlo.
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