Las emociones y la
alimentación están conectadas al igual que lo están las emociones con nuestra
salud física.
¿Cuántas veces has comenzado una dieta saludable pero te ha sido imposible
mantenerla debido a tu descontrol emocional?
Como apasionada de la alimentación saludable y de la gestión emocional y habiendo superado la batalla entre alimento-sentimiento, estoy convencida que cuanto mas sepas sobre como
las emociones afectan a tu alimentación más preparado estarás para enfrentar y superar este
problema con éxito.
Vamos a ver por tanto esas diferencias:
¿Comer por hambre o comer por emociones?
El hambre fisiológica es un mecanismo
de supervivencia que alerta a nuestro cuerpo cuando necesita nutrientes. En el
caso del hambre emocional, en vez de que un estímulo fisiológico provoque la
sensación de hambre, es un impulso emocional el que nos genera un deseo de
comer.
El hambre física aparece horas después de tu última
comida.
Se trata de hambre verdadera
y hay que prestarle atención. En el hambre emocional el desencadenante es una
emoción positiva o negativa, puede darse a cualquier hora, incluso aunque
acabes de comer. Este es el hambre que nos engorda.
El hambre física te incita a comer alimentos
específicos.
Platos de cuchara,
ensaladas, proteínas, etc. En cambio en el hambre emocional deseas comer un
tipo de alimento en particular de forma ansiosa o al contrario… podrías comerte
cualquier cosa!.
En el hambre emocional algo desencadena una respuesta.
Si lo piensas justo antes del comer emocional existió
un desencadenante que disparó tu hambre. La emoción probablemente es negativa
(frustración, preocupación, aburrimiento, etc.).
El hambre emocional puede ocasionar sentimientos de
culpa.
Es una característica
definitiva. Cuando pensamos en saciar nuestra hambre de forma natural la culpa
nunca formará parte de la foto completa. En cambio cuando utilizas la comida como escape emocional terminas lleno de remordimientos y culpa.
Muchas de mis clientas
dominan su dieta pero son incapaces de gestionar sus hábitos de vida,
organizarse y sobre todo dominar su hambre emocional.
Comienzan una dieta y
adelgazan, pero al poco tiempo vuelven a engordar y recuperan más peso del que
perdieron afectando de nuevo a su imagen y a su autoestima.
Antes de
comenzar cualquier dieta, ¡¡asegúrate de encontrarte bien emocionalmente!!.
Si tienes dificultades para
ello, no pierdas más tiempo ni más salud mental y acude al taller intensivo “VIVE MAS PESA MENOS”
que te ayudará a desvelar los conflictos que mantienes en tu relación con la
comida, y a perder peso y sobre todo..
¡¡que te dure para siempre!!. Quedan ya muy poquitas plazas.
¿Te apuntas? www.vivemaspesamenos.com
0 comentarios:
Publicar un comentario