Cambiar viejas rutinas e instaurar nuevas lleva tiempo y
esfuerzo, aunque menor del que te imaginas. Una de la que peor
llevamos en Navidades y que resulta más difícil cambiar es la de "comer de más".
Comer bien es la mejor medicina y al contrario, comer y
beber desordenadamente o en cantidades desorbitadas, puede
trastocar el equilibrio natural del cuerpo y mermar nuestra
energía, además de afear nuestra imagen.
¿Qué tal si este año comienzas a cambiar este hábito? Aquí te dejo cinco ideas:
1. Cambia dieta por estilo
de vida. Como sabrás el 80% de la
gente que se pone a dieta vuelve a recuperar el peso en un periodo de 1 a 3
años. Además la Navidad no es el mejor momento para comenzar. Lo mejor que puedes
hacer ahora, si lo que deseas es disfrutar y no engordar durante estas fechas, es hacer pequeñas modificaciones en tus hábitos de alimentación, por ejemplo:
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Desayuna saludablemente: Destierra los dulces, salvo
algún zumo de cítricos e incluye pan integral y tomate o jamón sin sal, para resistir
bien hasta medio día.
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Divide tus comidas: Se recomienda comer 4 o 5 veces al
día, en cualquier caso no comas sin dejar al menos dos horas de diferencia
entre comidas
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Observa las raciones: Comemos más con los ojos que con
el estómago. Puedes mejorar tus digestiones y acelerar tu metabolismo si
comienzas a observar las raciones que te pones en el plato y las reduces en un
tercio.
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Elige bien la cena: Cena sin pan y procura
dejar el vino para los días de fiesta, sustitúyelo por otra bebida sin alcohol
o simplemente agua.
2. Come conscientemente. Este consejo es clave para mantener el peso correcto. A menudo comemos sin pensar y mas en esta época
de fiesta y distracción, en la que nos dejamos llevar ante
cualquier ofrecimiento. Acostúmbrate a hablar contigo mismo y preguntarte: ¿Realmente tengo hambre o es mi respuesta ante la presencia de alimentos?, ¿cómo huele la
comida, que aspecto tiene, estoy agradeciendo cada bocado?, ¿tengo suficiente ya, aunque
acostumbre a comerme todo lo que me han servido?.
3. Se flexible. Habrá días en los que no comas todo lo saludable que hubieses
deseado. Si bebiste demasiado o no
pudiste hacer un desayuno saludable, no abandones o compenses en exceso el día
siguiente. Levántate por la mañana, pon una mirada decisiva ante el espejo y
dite a ti mismo: ¡Hoy va a ser un día saludable!.
4. Comer fuera te puede ayudar. El hecho de comer fuera y poder celebrar no tiene que ser un
impedimento para comer saludablemente. Puedes aprovechar y pedir una ensalada
al principio o evitar exceso de salsas y comida grasienta pidiendo carne o
pescado a la plancha, evita el exceso de pan y mantequilla y opta por tomar una única copa de vino. Otra buena idea
es tomar solo un segundo plato y dejar los postres con natas, cremas o turrones para tomar
ocasionalmente.
5. Ponte en movimiento. Todos sabemos que hacer ejercicio regular es un seguro de
mantenimiento tanto para nuestra salud como para nuestro peso, pero quizá en
fiestas se te puede trastocar el plan. En cambio hay otras oportunidades
en las que puedes caminar, subir escaleras, bailar, correr, etc. Aprovecha cada
oportunidad que tengas para levantarte y ponerte en movimiento: en casa, en el trabajo o en tu
tiempo libre!.
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dejar de vivir!
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