Este fin de semana estuve facilitando un taller para
transformar malos hábitos emocionales. Fue otra experiencia más llena de descubrimientos y cambios para todos.
Las personas sin excepción tienen inquietudes por saber como
canalizar su ira, su enfado, su decepción, y acumulan mucho sufrimiento por no saber como hacerlo. Necesitamos armonizar lo
que pensamos, lo que sentimos, pero sobre todo como lo expresamos. Y, ¿cual es nuestro error más frecuente?:
¡No nos paramos a
escucharnos a nosotros mismos, y menos, a nuestro propio cuerpo!
¿Sabías que cada
pensamiento y emoción que pasa por tu mente genera inmediatamente una realidad
bioquímica en tu cuerpo?
Pues sí, nuestro cuerpo nos habla. Y no solo eso, la ciencia
ha descubierto que las ideas constructivas y las emociones positivas están
asociadas con una mezcla de neuropéptidos y hormonas diferentes a las que
generan el estrés, el miedo o el enfado.
Algo esta claro: toda esta corriente energética corporal necesita
salir del cuerpo de una u otra manera. Pero lo frecuente no es esto.
Los asistentes al taller mostraban una especie de
resignación, frustración y malos hábitos
asociados a estas emociones negativas con las que finalmente se habían
resignado a convivir.
Pero, ¿se puede llegar
a convivir con algo así? ¿Qué tipo de existencia se puede llevar? ¿Cómo podemos
recibir esos estados emocionales negativos de manera saludable?
Como expone Viktoras Kulvinskas, educador de salud en el
Insituto Hipócrates, cuando estás nadando en un mar de endomorfinas,
testosterona y estrógenos puedes utilizar esa energía de diferentes modos: te
puedes convertir en un adicto al estrés, la comida, el tabaco, el sexo, las
drogas, etc. quizá desees atacar a tu pareja, tus amigos o tus seres queridos o puedes utilizar toda esa
energía para motivarte a ti mismo a cambiar y quererte mas.
Ideas para conseguirlo:
1. Comienza una actividad que incluya la relajación. Estos espacios de reflexión intencionada, ayudarán a tomar conciencia de que tenemos un cuerpo que nos habla y que tiene necesidades de uno mismo o de los demás.
1. Comienza una actividad que incluya la relajación. Estos espacios de reflexión intencionada, ayudarán a tomar conciencia de que tenemos un cuerpo que nos habla y que tiene necesidades de uno mismo o de los demás.
2. Transforma esa energía tan potente en historias, poesía, música... No
todo el mundo tiene esa habilidad pero ya sea escribir, pintar u otras formas tuyas de
creatividad te ayudarán a canalizar esa necesidad de
expresión interior.
3.
Aprende más sobre ti mismo. En el
oráculo de Delfos se leía algo así como “conócete a ti mismo y entenderás al
mundo..” Aprovecha tu energía negativa como alarma para escucharte y aprender a través de las experiencia. Si tu pareja se ha ido con tu mejor amigo puedes lamentarte y arremeter contra ella o bien puedes plantearte: ¿qué hice yo a nivel subconsciente para desencadenar
ese suceso?, ¿que no quise ver?, ¿qué resultado positivo puede quedar para mi de
esa situación?
Las emociones no son positivas o negativas, es nuestra
actitud y como las manejamos lo que da lugar a uno u otro resultado final en
nuestra vida.
4. Muévete. La mayoría de nuestras emociones negativas están
interconectadas con algún evento de nuestro pasado y una de las mejores maneras
de procesar, liberar y curar esa energía estancada en nosotros es ponernos en
movimiento.
¡Mueve tu cuerpo!.
No me refiero solo al ejercicio. Me refiero a EXPRESAR tus emociones, a ayudar a que esa energía salga. Cualquier cosa te servirá, ya sea bailar, nadar, cantar, hablar con amigos…
Es este fitness mental y físico el que puede activar tu
sistema inmune para que pueda digerir las malas vibraciones de las emociones
negativas. Pon esa emoción negativa en movimiento y se convertirá en positiva.
5. Quiérete. Ni que decir tiene que hay un componente de rechazo
a uno mismo cuando vivimos la negatividad de nuestras emociones. La acción de
mirarse con compasión y amor a uno mismo, puede obrar maravillas en nuestra
vida y ayudarnos a ser mas compasivos con los demás. Al
final, quererse te convierte en mejor persona y más feliz.
De todo ello voy siendo testigo durante sesiones, cursos y
talleres. Me siento privilegiada por poder ayudar a descubrirlo.
¡Ofrece a tu cuerpo esa disposición para ser escuchado y sorpréndete de todo lo que te puede ayudar!
(Fuente foto: joannameriwether.com)
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