Suena el despertador y lo apago. Siento mi cabeza pegada a
la almohada. Otra vez trasnoché. Después de la discusión de ayer con mi novio
algo me sentó mal y no podía dormirme, además de no poder de dejar de leer
tweets. Como todos los domingos comí todo lo que me pusieron en casa de mi
madre, bebí demasiadas cervezas y además terminé con los restos de merienda de
todos mis sobrinos. La sesión de tele y galletas de la noche ya me la podía
haber ahorrado. No aprendo!

La justificación psicológica que se suele leer para darles
explicación es que con estos comportamientos se quiere mitigar alguna
circunstancia dolorosa con la que es incómodo convivir como por ejemplo,
nuestro amiga del principio. Cada vez que discute se pone a comer con
desesperación.
Y es cierto, cuanto mas queremos huir de algún suceso desagradable, lo más probable es que realicemos comportamientos
peligrosos, y peor aún que éstos puedan convertirse en un hábito.
¿Cómo terminar con estos hábitos auto-destructivos?
Hoy os quiero sugerir una idea muy sencilla que practiqué en un
seminario americano de desarrollo personal para ayudar a romper ese círculo emocional.
Consiste en ponerte una pulsera de goma, que quede un poquito ajustada y cuando te sorprendas desarrollando este comportamiento nocivo, tires de ella y sueltes fuerte de manera que notes una
sacudida en tu piel. Es un efecto cinético que activará tus sentidos y que romperá esa cadena de pensamientos desagradables que te desatan tu comportamiento auto-destructivo. Al mismo tiempo puedes asociar este efecto a un pensamiento potenciador como: "soy capaz de lidiar con las dificultades de mi vida".
Mientras algunas personas golpean la barra del bar cada vez que tienen un sentimiento desagradable que no pueden sobrellevar, otros aceptan su realidad y diseñan un plan para mejorarlo.
Mientras algunas personas golpean la barra del bar cada vez que tienen un sentimiento desagradable que no pueden sobrellevar, otros aceptan su realidad y diseñan un plan para mejorarlo.
Los hábitos auto-destructivos no tienen sentido en
nuestra vida y el último paso es cambiarlos por otros mas saludables pero, deja primero que tu cerebro se entere!!
¡Ah! Y si te ha gustado este artículo no olvides compartirlo con tus amigos en tus redes sociales favoritas. Más abajo puedes hacerlo o dejar un comentario ;-)
0 comentarios:
Publicar un comentario