Cuantas cosas nos comprometemos a cambiar para estar mejor. Y a simple
vista el cambio no parece complicado, es fácil poder cambiar a nuestro gusto:
cambiar de gesto, de gimnasio, de trabajo, de
pareja…Todos lo buscamos, unos más que otros, entre obstáculos, errores y/o
aciertos…cambiar a otra cosa diferente pero, sin pasarlo mal… pasando por
encima.
Son esos cambios verdaderos ¿cuál
sería el verdadero cambio, el que nos haría ser coherentes en todos los
aspectos de nuestra vida, el que nos ayudaría a estar orgullosos de nosotros
mismos y al mismo tiempo a sentirnos mejor con los demás?
Ahora que comienza la semana puede ser un buen momento para analizar todo aquello que sientes que podrías hacer mejor y comprometerte verdaderamente con ese cambio que deseas alcanzar.
¿Como hacerlo?
Fotografía;
iStockphoto.com Sunnybeach
Por lo general se comienza a cambiar directamente. Dejas de comer para adelgazar, comienzas a ir al gimnasio porque es lo que tienes mas a mano, te encierras en el despacho intentando respetar tu tiempo y salir a la hora, etc. Pero hacer esfuerzos por cambiar es contraproducente si lo que no haces es identificar tus dificultades, tus necesidades y descubrir quién quieres ser en realidad.
Para ello necesitas parar, observarte y dibujarte en el cambio sin dejar de ser tu mismo. Como decía Sócrates "La vida no observada, no examinada, no vale la pena ser vivida, porque no es vida".
Esta semana te propongo precisamente eso; ¡¡Observarte!!
Observa tus necesidades:
- ¿Necesitas encontrar nuevos compañeros para compartir tus descansos de trabajo, desconectar, recargar tu mente? ¿Deseas lograr conexiones auténticas?
- ¿Te gustaría encontrar el apoyo de tu familia, pareja o amigos para organizarte con los niños pero no quieres molestar?
- ¿Necesitas salir acompañado para hacer deporte porque la conexión con los demás te apoya a la hora de obligarte para coger una rutina?
¿Que necesitas?
Observa tu resistencias:
- Quizá deseas alimentarte mejor pero continuas comiendo cualquier cosa en tu mesa de trabajo ya que prefieres comer mal a compartir tiempo con personas que no te gustan
- Quizá continuas con estrés pero prefieres no pedir ayuda a tus familiares, vecinos, o pareja para organizar mejor las actividades con tus hijos
- Quizá sabes que necesitarías unirte a algún grupo de gente para comenzar a hacer deporte pero no quieres arriesgarte por si no estás a su nivel
¿Que ves en
ti mismo que desearías cambiar? ¿Estas preparad@ para descubrir el verdadero
cambio?
Observando
tus resistencias puedes comenzar a ponerte los retos necesarios para afrontar
el cambio verdadero que necesitas. Vencer esas resistencias podrá implicar arriesgarte a pedir ayuda, dejar de "agradar" a los
demás, inscribirte en ese curso que nunca empiezas, etc.
0 comentarios:
Publicar un comentario